Con el paso del tiempo, nuestro vehículo se va acumulando en su interior malos olores debido al uso continuado del vehículo (animales domésticos, tabaco, comida, etc). Se acumula numerosas bacterias y microorganismos que a la larga nos perjudican nuestra salud. Estos se acumulan en los conductos de aire acondicionados y en el interior del vehículo